Un equipo de investigadores japoneses explora una vía inusual para suministrar oxígeno cuando los pulmones fallan, mediante la administración de oxígeno a través del recto. Este método, conocido coloquialmente como respiración anal, aprovecha la capacidad de algunos animales acuáticos como los peces de absorber oxígeno a través de sus intestinos. Los científicos han desarrollado un líquido rico en oxígeno que puede introducirse en el intestino para facilitar este intercambio gaseoso, ofreciendo una posible solución en emergencias médicas donde la ventilación tradicional no es viable.


Fundamento científico del método

La base de esta técnica reside en la permeabilidad intestinal a los gases, similar a la observada en especies como las lochas, que sobreviven en aguas pobres en oxígeno usando su intestino para respirar. En experimentos con mamíferos, se ha demostrado que la administración de perfluorocarbonos oxigenados por vía rectal puede mantener niveles adecuados de oxigenación en sangre. Este enfoque podría ser crucial en situaciones de insuficiencia respiratoria aguda, especialmente cuando los ventiladores mecánicos no están disponibles o son inefectivos.

Aplicaciones y perspectivas futuras

Aunque aún en fase experimental, este procedimiento tiene el potencial de salvar vidas durante crisis como la pandemia de COVID-19, donde la escasez de respiradores fue un problema global. Los investigadores subrayan que se necesitan más estudios para confirmar su seguridad y eficacia en humanos, pero los resultados preliminares en modelos animales son prometedores. De validarse, podría integrarse en protocolos de emergencia para pacientes con daño pulmonar severo, ofreciendo una opción temporal hasta que se restablezca la función pulmonar o se disponga de equipos convencionales.

Imagina explicarle a alguien que, en caso de emergencia, la solución no es correr por un respirador, sino... bueno, ya sabes. La ciencia a veces nos sorprende con ideas que, aunque extrañas, podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte.