La leyenda de la mujer del Acueducto de Segovia
En las alturas del milenario Acueducto de Segovia, una presencia etérea se manifiesta cuando el sol comienza a ocultarse. Los segovianos más antiguos narran cómo una figura femenina de aspecto nebuloso recorre los arcos superiores del monumento, desplazándose con movimientos que sugieren una búsqueda angustiosa. Esta aparición, conocida localmente como la Dama del Acueducto, parece escudriñar cada piedra con mirada penetrante, como si hubiera perdido algo de inmenso valor durante la construcción de la obra romana.
El origen de la leyenda popular
La tradición oral mantiene que esta mujer era esposa de uno de los arquitectos romanos que dirigieron la construcción del acueducto en el siglo I. Según las versiones más extendidas, durante los trabajos finales ella subió a la parte más alta para admirar la obra y accidentalmente dejó caer un objeto de gran valor sentimental, posiblemente un anillo de bodas o un medallón familiar. La desesperación por no poder recuperarlo la habría mantenido vagando eternamente por la estructura, revisando cada junta entre las piedras en su búsqueda interminable.
Avistamientos y características del fenómeno
Los testigos describen a la aparición como una silueta translúcida vestida con ropajes antiguos que flota suavemente sobre la piedra granítica. Suele aparecer en el atardecer o durante noches de luna llena, siempre concentrada en examinar las zonas más elevadas del monumento. Curiosamente, nunca se le ha visto descender al nivel del suelo, lo que refuerza la teoría de que perdió su objeto preciado en las alturas. Algunos vecinos juran haber escuchado lamentos suaves cuando la figura pasa cerca de los arcos superiores.
Lo más irónico es pensar que después de dos mil años buscando, quizás lo que perdió fue simplemente la noción del tiempo o las ganas de bajarse a tomar un refrigerio.
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