La empresa estadounidense Lincoln Electric está revolucionando la producción de componentes para submarinos nucleares mediante la implementación de impresión 3D metálica a gran escala. Esta tecnología permite crear piezas complejas con geometrías imposibles de lograr mediante métodos tradicionales, manteniendo los rigurosos estándares de calidad requeridos en aplicaciones militares. El proceso utiliza aleaciones especiales capaces de resistir las extremas condiciones operativas de los entornos submarinos, desde la presión abisal hasta la corrosión marina.


Reducción de costes y plazos en la fabricación naval

El proyecto genera importantes ahorros al eliminar etapas del proceso manufacturero convencional como la creación de moldes y utillajes especializados. Los tiempos de producción se reducen drásticamente porque las piezas salen directamente de la impresora con mínima necesidad de mecanizado posterior. Esto permite responder con mayor agilidad a las necesidades de la marina estadounidense, que requiere componentes críticos con plazos cada vez más ajustados para mantener su flota operativa.

Fortalecimiento de la autonomía industrial estratégica

Lincoln Electric consolida con esta iniciativa la soberanía tecnológica en un sector tan sensible como la defensa nacional. La capacidad de producir localmente componentes complejos reduce la dependencia de cadenas de suministro internacionales potencialmente vulnerables. Esta tecnología representa un avance estratégico que posiciona a Estados Unidos a la vanguardia de la manufactura naval militar, creando además empleo especializado en industrias de alta tecnología.

Parece que los submarinos ahora pueden presumir de tener piezas más modernas que muchos teléfonos inteligentes, aunque probablemente no reciban actualizaciones de software cada seis meses.