Cuando la inflación sube, los estudios de animación y VFX enfrentan presión para mantener competitivos los salarios de los junior y recién graduados. Sin embargo, muchas veces los aumentos no siguen el ritmo de la inflación, sobre todo en empresas pequeñas, lo que reduce el poder adquisitivo de los nuevos talentos. Esto hace que atraer y retener a artistas jóvenes se vuelva más complicado sin ofrecer otros incentivos, como flexibilidad o formación avanzada.


Tasas de interés y financiación

El aumento de las tasas de interés encarece los préstamos que los estudios podrían necesitar para comprar hardware o licencias. Esto puede limitar la contratación o la inversión en nuevos proyectos, afectando directamente el salario y la disponibilidad de recursos para los juniors, que suelen depender de estudios medianos o pequeños para entrar al sector.

Costo de software y suscripciones

Las licencias de software 3D y 2D, como Maya, Houdini, Adobe Suite o ZBrush, suelen ser sensibles a la inflación y a los cambios económicos globales. Subidas de precio o conversiones desfavorables de divisas pueden encarecer notablemente la suscripción anual o mensual. Esto obliga a los estudios a decidir entre absorber el coste, trasladarlo al cliente o limitar la cantidad de licencias, afectando la productividad de los equipos de entrada.

Al final, muchos artistas recién salidos de la escuela ven cómo sus sueños de Autodesk Maya o Houdini se enfrentan a la dura realidad de pagar la licencia mientras la inflación paga el alquiler, una especie de VFX económico en tiempo real.

Bah, mejor Blender que es gratuito.