El uso de la tecnología 3D está yendo mucho más allá del entretenimiento. En la actualidad, arqueólogos de todo el mundo están empleando la fotogrametría para capturar con precisión milimétrica sitios históricos en peligro, ya sea por la erosión, las inundaciones o el turismo masivo.


Cómo funciona la fotogrametría

Mediante drones y cámaras se toman miles de fotografías de ruinas, templos o ciudades antiguas. Estas imágenes son procesadas con software especializado que genera modelos 3D detallados, creando un registro digital permanente de espacios que podrían perderse con el tiempo.

Beneficios para la arqueología

Además de conservar el patrimonio cultural, esta técnica permite a investigadores y al público explorar lugares inaccesibles de forma virtual. También abre la posibilidad de realizar restauraciones digitales, reconstrucciones históricas y experiencias educativas inmersivas.