Tres mil años esperándote | Desglose de VFX por Fin Design + Effects
No es solo una historia fantástica, es un despliegue visual que mezcla misticismo, historia y pura artesanía digital. El estudio Fin Design + Effects fue el encargado de dar vida a esa estética onírica que se mueve entre épocas, culturas y realidades. Para lograrlo, usaron herramientas como Maya para modelado, Houdini para efectos procedurales y fluidos, y Nuke para la composición final. Cada escena fue pensada no solo como una narración, sino como un cuadro en movimiento, con efectos que acompañan la historia sin eclipsarla.
Un estilo visual entre el sueño y el recuerdo
La película navega entre realidades y momentos históricos, lo que exigió a Fin Design un enfoque visual muy versátil. Recrearon ciudades antiguas, palacios, ejércitos y criaturas, todo en CGI, cuidando los detalles de textura, iluminación y animación para mantener una coherencia estética. Maya permitió esculpir los modelos más complejos, mientras que Houdini se encargó de las transformaciones de humo, arena y magia, tan características del relato.
Efectos mágicos con bases realistas
Muchos de los momentos más memorables, como el primer encuentro con el djinn o las transiciones entre historias, se lograron con simulaciones avanzadas en Houdini y composición multicapa en Nuke. Fin Design trabajó los efectos con un enfoque casi artesanal, logrando que la magia digital tuviera peso, sombra y textura. Nada flota porque sí, cada partícula tiene su lógica y su propósito narrativo.
Cuando el CGI se vuelve poesía visual
Este no es un VFX que grita, sino que susurra. Es sutil, delicado y lleno de intención. Fin Design + Effects logró fusionar efectos modernos con una estética de cuento antiguo. Y aunque crear un djinn con cientos de años de historia no es tarea fácil, al menos no tuvieron que lidiar con humo real saliendo de lámparas... que eso siempre termina oliendo raro en postproducción.
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