Yo no vuelvo a ir a una quedada con la niña. Estuve más pendiente de que no se perdiera que de otra cosa. Y cuando pasamos a la zona de la barra nos tuvimos que ir a la zona de la puerta porque había demasiado humo para la niña, y enseguida nos tuvimos que pirar por eso mismo.
Siento enormemente no haber podido charlar más con Mars, con quien tantas horas he pasado escribiendo el guión de DC.
Otra vez será.