Podría decir pues, que la realidad está en proceso de construcción, y para darse cuenta solo hace falta ver la sociedad.
Incluso los que exclavizan son esclavos de exclavizar a los demás, y nadie se salva de la esclavitud del sistema.
Al igual que los exclavizados no se plantean el porqué de su esclavitud, y viven la vida de forma robótica, los exclavizadores tampoco se plantean el motivo de sus ganas de exclavizar.
Todos viven al fin y al cabo, esclavos del propio sistema, de la propia realidad.
La diferencia entonces no está en que unos son más felices que otros, no, ya que unos buscan la felicidad en el dinero y otros en el dinero también. La diferencia está en que unos nacen hijos de padres esclavos, y se les enseña a aceptar eso, y los exclavizadores nacen hijos de padres exclavizadores, y también se les enseña a aceptar eso como algo normal.
Y todo esto, por olvidar que estamos en una realidad virtual, creada y diseñada para disfrutar en ella, pero todos.
Y actualmente nadie disfruta, ni el rico, ni el pobre. Incluso es probable que el rico viva más tiempo por lo que tiene más tiempo para sufrir.
Luego están los que si que saben que la realidad es una ficción, pero se niegan a compartir la idea, y se creen libres y felices, cuando están siendo esclavos del poder, esclavos del ego, y tampoco son felices, aunque eso sí, están más despiertos que los ricos y los pobres.
Cuando te liberas del ansia, del ansia de poder, del ansia del dinero, del ansia del tener más y más, y comprendes que esto es una ficción para disfrutarla, y comprendes tu ser, tu conciencia, tu dualidad, entonces eres feliz. Y solo en ese estado puedes hacer, y no digo hacer el bien o el mal, ya que en ese estado no hay bien ni mal, simplemente hay hacer.