Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon desarrollan a RoboMantis, un robot bioinspirado en la mantis religiosa. Su diseño le permite desplazarse por tierra usando sus patas articuladas. Cuando el sistema de sensores detecta un obstáculo que no puede rodear o superar caminando, el robot activa su modo aéreo. En ese momento, despliega un par de alas y ejecuta un salto potente seguido de un planeo controlado o un vuelo corto para franquear la barrera. Esta capacidad multimodal busca aumentar la autonomía y versatilidad en terrenos complejos.


Su diseño imita la eficiencia de la naturaleza

El robot adopta la morfología y estrategia de movimiento de la mantis religiosa, un depredador terrestre que también puede realizar vuelos cortos. Las patas del robot replican la postura y el movimiento de este insecto, lo que le otorga estabilidad al caminar. Las alas, plegadas sobre el cuerpo cuando no se usan, se abren mediante un mecanismo rápido para el despegue. Este enfoque híbrido prioriza la eficiencia energética, ya que caminar consume menos que volar de forma continua, reservando el vuelo solo para cuando es estrictamente necesario.

La tecnología busca resolver problemas de movilidad

El equipo de ingeniería integra sensores ligeros, actuadores potentes y algoritmos de control para gestionar la transición entre modos de locomoción. El robot debe calcular la fuerza del salto, el ángulo de despegue y ajustar la superficie alar durante el planeo. El objetivo final es que robots como este puedan operar en entornos de desastre, terrenos irregulares o áreas de difícil acceso para tareas de inspección o rescate, donde la movilidad es un desafío constante.

Aunque aún está en fase de laboratorio, uno ya puede imaginarlo esquivando charcos con un elegante salto, mientras los robots con ruedas solo pueden mirar con envidia.