El estiramiento de textura es un artefacto visual en el modelado 3D
El estiramiento de textura ocurre cuando un mapa UV se despliega de forma deficiente sobre una malla compleja. Esto hace que la textura se distorsione para cubrir áreas de la geometría que tienen una densidad de polígonos irregular. El resultado es que los píxeles de la imagen se estiran como chicle, perdiendo su resolución original y creando un patrón visualmente incoherente. Este problema afecta directamente a la calidad final de un modelo, ya que rompe la ilusión de realismo que se busca al texturizar.
Cómo identificar y prevenir el problema
Para detectar este defecto, se usan mapas de comprobación como cuadrículas o patrones de ajedrez en el viewport del software 3D. Las áreas donde las líneas se deforman o los cuadrados se alargan indican estiramiento. La solución principal reside en optimizar el despliegue UV. Se debe cortar la malla en islas UV que se organicen de manera eficiente en el espacio 0-1, buscando que la densidad de texeles sea uniforme en toda la superficie del modelo. Herramientas como la relajación de UVs o el empaquetado automático ayudan a minimizar este efecto.
Corregir el estiramiento en proyectos existentes
Cuando el estiramiento ya existe en un modelo terminado, se requiere rehacer el despliegue UV en las zonas afectadas. A veces, ajustar la geometría subdividiendo o redistribuyendo los polígonos puede ser necesario antes de volver a desplegar. En motores de render o videojuegos, se puede usar un mapa de desplazamiento o teselación para añadir detalle geométrico que absorba la distorsión, aunque esto no sustituye a un buen trabajo de UVs. Revisar el modelo con diferentes mapas de comprobación es clave antes de aplicar las texturas finales.
Un ladrillo texturizado en una esquina estirada puede parecer que sufrió un accidente en una fábrica de chicles, recordándonos que en el mundo 3D, a veces, menos es más... densidad de texeles.
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