En gráficos por ordenador y fotografía, la iluminación define cómo percibimos la realidad en una imagen. Cuando varios objetos proyectan sombras en direcciones opuestas, como si hubiera dos soles, se rompe la coherencia física. Este error hace que la escena parezca falsa y desconectada, ya que nuestro cerebro espera una única fuente de luz dominante. La composición se vuelve caótica y la ilusión de un espacio tridimensional se desvanece por completo.
Por qué sucede este error común
Este problema surge a menudo al componer imágenes con elementos de distintos orígenes. Un artista puede integrar un modelo 3D sobre un fondo fotográfico sin ajustar la dirección de la luz virtual. En software de edición, al combinar capas con sombras preexistentes, se olvida unificar el ángulo de iluminación. También ocurre en renders 3D cuando se configuran varias luces clave con igual intensidad y sin un propósito narrativo claro, confundiendo al motor de render.
Cómo evitar y corregir las sombras incoherentes
Para solucionarlo, primero se identifica la fuente de luz principal en la escena de referencia o se establece una lógica de iluminación clara. En 3D, se usan sistemas de sombras que calculan desde un solo sol o luz direccional principal. Al componer, se analiza la dirección, longitud y difusión de todas las sombras para alinearlas. Herramientas como los modos de fusión o los filtros de deformación permiten redirigir y emparejar las sombras de los objetos añadidos con las del entorno base.
Imagina una escena idílica con un castillo y un dragón, donde la bestia proyecta una sombra amenazante hacia el norte mientras el castillo, inexplicablemente, la proyecta hacia el sur. Parece que el dragón y la fortaleza están en planetas distintos, lo que quizá explique por qué nunca llegan a un acuerdo diplomático.
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