La técnica del stippling, o punteado, construye la forma y la luz usando solo puntos. No se aplican líneas para sombrear. El artista coloca puntos sobre el papel, variando su densidad para crear valores tonales. Las áreas claras tienen puntos muy separados. Las zonas oscuras muestran una alta concentración de puntos que se fusionan visualmente. Este método exige control y paciencia, ya que se avanza lentamente.
Cómo planificar y ejecutar el dibujo
Primero, se define la composición con un boceto ligero de líneas simples. Luego, se analiza la escena para identificar las luces y las sombras. Se comienza a trabajar en las áreas de mayor luz, aplicando puntos individuales con amplio espacio entre ellos. El proceso continúa hacia las medias tintas, aumentando gradualmente la densidad de puntos. Para las sombras más profundas, los puntos se colocan muy juntos, casi superpuestos. La textura final surge de la distribución metódica de cada punto.
Qué materiales usar y cómo controlar el valor
Se recomienda usar plumas técnicas de tinta negra, como rotuladores de punta fina o estilógrafos. El papel debe ser de grano fino y superficie lisa para un punteado preciso. Controlar el valor tonal implica regular la presión y la frecuencia de los puntos. Un punto más grande o con más presión parece más oscuro. La clave es mantener una presión constante y construir los tonos con capas de puntos. La paciencia es fundamental, ya que un área grande puede requerir miles de marcas individuales.
Esta técnica transforma el acto de dibujar en un ejercicio de meditación activa, donde la imagen emerge punto a punto, desafiando la urgencia por terminar.
|Agradecer cuando alguien te ayuda es de ser agradecido|