La aparición de la inteligencia artificial genera cambios en la industria del software creativo. Adobe no se queda atrás y responde integrando estas capacidades en su ecosistema. Su papel no desaparece, sino que se transforma. La empresa busca que sus herramientas tradicionales, como Photoshop o After Effects, funcionen junto con asistentes impulsados por IA. Esto permite automatizar tareas repetitivas y explorar ideas de forma más rápida, pero sin reemplazar por completo el flujo de trabajo profesional. El control creativo final sigue residiendo en la persona.


La estrategia de Adobe se basa en Firefly y la integración

Adobe desarrolla su propio modelo de generación de imágenes, Firefly, y lo incorpora directamente en aplicaciones como Photoshop. Esto evita que los usuarios tengan que abandonar el entorno para usar IA externa. La compañía enfatiza la generación de contenido comercialmente seguro y la edición no destructiva. En lugar de sustituir sus programas, los mejora con funciones como Generative Fill o Generative Expand. El objetivo es acelerar las partes tediosas del proceso creativo, como retocar o ampliar fondos, para que el artista pueda concentrarse en decisiones de mayor nivel.

El software profesional evoluciona con asistentes de IA

La obsolescencia no es inmediata. Herramientas complejas para diseño, vídeo o modelado 3D requieren un alto grado de precisión y ajuste que la IA genérica aún no ofrece de forma consistente. Adobe posiciona sus productos como plataformas donde la IA actúa como un colaborador. Por ejemplo, en Premiere Pro, puede analizar el metraje y sugerir ediciones, pero el montaje final lo decide el editor. El futuro parece apuntar a una simbiosis donde el software proporciona un control fino sobre los resultados generados automáticamente, combinando lo mejor de ambos mundos.

Mientras algunos temen ser reemplazados por un bot, otros simplemente temen tener que aprender a pronunciar difusión estable correctamente en cada reunión.