La técnica de esquivar y grabar permite ajustar la exposición de zonas concretas

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La técnica de esquivar y grabar permite ajustar la exposición de zonas concretas en una fotografía. En lugar de procesar toda la imagen por igual, se aclaran u oscurecen áreas específicas. Esto ayuda a dirigir la mirada de quien observa y a crear una sensación de volumen y profundidad. Se puede aplicar con herramientas de edición selectiva en aplicaciones móviles como Snapseed o Lightroom Mobile.

Cómo funciona el proceso de esquivar

Esquivar significa aclarar una parte de la foto. Se usa para iluminar sombras, resaltar detalles en zonas oscuras o dar luminosidad a un elemento que debe destacar. Al aplicar esta herramienta de forma local, se evita que el resto de la imagen pierda contraste o se vea lavada. El resultado es un punto de interés más definido.

Para qué sirve grabar zonas de la imagen

Grabar es el proceso opuesto, que oscurece áreas seleccionadas. Sirve para añadir profundidad, reducir reflejos molestos o atenuar distracciones en el fondo. También se emplea para crear sombras que modelan una superficie y aportan realismo. Combinar ambas acciones, esquivar y grabar, equilibra la luz dentro de la composición.

El riesgo principal es exagerar el efecto, lo que puede hacer que la foto parezca procesada de forma artificial o que aparezcan halos visibles en los bordes de las zonas editadas.