Los vulcanólogos del INGV utilizan un observatorio portátil llamado SKATE para estudiar erupciones volcánicas de forma segura y detallada. Este dispositivo, del tamaño de una maleta, captura vídeos a alta velocidad, imágenes térmicas, sonido y movimiento, funcionando de manera autónoma con baterías y paneles solares. Almacena hasta 6 TB de datos en SSD, reduciendo la exposición de los científicos al peligro y mejorando la comprensión de las explosiones volcánicas para prever su impacto.


Funcionamiento autónomo y capacidades de captura
SKATE opera de forma independiente, alimentado por baterías y paneles solares, lo que le permite recopilar datos en tiempo real durante las erupciones. Graba cientos de fotogramas por segundo, junto con imágenes térmicas y audio, proporcionando una visión integral de los eventos volcánicos. Su almacenamiento de 6 TB en SSD asegura que toda la información crítica se conserve sin interrupciones, facilitando análisis posteriores sin necesidad de intervención constante.

Beneficios para la investigación y seguridad
Este sistema no solo minimiza el riesgo para los vulcanólogos al permitirles estudiar las erupciones desde una distancia segura, sino que también acelera la recolección de datos precisos. Los resultados ayudan a modelar el comportamiento de los volcanes, mejorando las predicciones sobre su actividad futura y el posible impacto en áreas circundantes. Así, SKATE se convierte en una herramienta clave para avanzar en la vulcanología y la gestión de emergencias.

Imagina que, mientras los científicos evitan el peligro con SKATE, el volcán podría estar pensando: al menos alguien me graba en alta definición sin quejarse del calor.