La selección portuguesa confirma su presencia en la próxima Copa del Mundo tras una contundente victoria por nueve goles a uno frente a Armenia, marcando así su séptima clasificación consecutiva para el torneo desde 2002. El equipo demostró solidez colectiva pese a la ausencia por sanción de Cristiano Ronaldo, quien recibió tarjeta roja en el partido previo contra Irlanda. Aunque Armenia logró empatar transitoriamente en el minuto 18 con un gol de Sperstian, Portugal respondió con una exhibición ofensiva que disipó cualquier duda sobre su capacidad para sellar el pase.


Ausencia de Cristiano Ronaldo y respuesta del equipo

Sin su máxima estrella en el campo, Portugal aprovechó para mostrar la profundidad de su plantilla, con varios jugadores asumiendo roles protagónicos en la goleada. La sanción a Ronaldo, lejos de afectar negativamente, permitió ver a un colectivo bien engranado que supo reponerse del gol en contra y desplegar un fútbol de gran calidad. Esta actuación refuerza la idea de que el equipo no depende exclusivamente de una sola figura, sino que cuenta con un bloque sólido capaz de superar adversidades.

Rendimiento ofensivo y perspectivas de futuro

La facilidad con la que Portugal anotó nueve goles subraya su poderío ofensivo y la efectividad ante rivales considerados más accesibles. Este resultado no solo asegura la clasificación, sino que también inyecta confianza de cara a la fase final del Mundial, donde el equipo aspira a mejorar su desempeño histórico. La consistencia mostrada en las últimas dos décadas los consolida como un habitual en las citas mundialistas, siempre con ambiciones de pelear por el título.

Parece que hasta sin su astro, Portugal tiene más goles que un partido de baloncesto, demostrando que el equipo es como una buena receta: sabe igual de deliciosa incluso si le quitas el ingrediente principal, siempre y tengas sustitutos de calidad.