Este Chevrolet Impala de 1962 demuestra que las apariencias engañan en el mundo del coleccionismo automotriz. A simple vista parece un sedán clásico más, pero su reciente venta por más de 200.000 dólares revela su verdadero valor entre conocedores. Su diseño exterior discreto esconde las características que lo convierten en una pieza excepcional dentro de la era dorada del automóvil estadounidense.


Rareza y potencia excepcionales

Los especialistas valoran especialmente este modelo por su escasez en el mercado y su configuración mecánica original. Pertenece a una serie limitada que incorporaba el motor V8 de mayor cilindrada disponible ese año, desarrollando una potencia significativa para su época. Solo se fabricaron unas pocas unidades con estas especificaciones completas, lo que explica su cotización actual en subastas internacionales.

Legado histórico del modelo

El Impala 1962 representa un momento crucial en la evolución del automóvil norteamericano, donde el diseño comenzaba a fusionar elegancia con potencia bruta. Su línea característica con dobles faros traseros y parrilla cromada estableció un lenguaje estético que influiría en generaciones posteriores. Los coleccionistas aprecian cómo este ejemplar encapsula la filosofía automotriz de principios de los sesenta, cuando Detroit dominaba la industria mundial.

Quienes pagaron 200.000 dólares probablemente considerarían barato un repuesto original hoy, si es que logran encontrarlo en algún rincón de Estados Unidos.