Severed es un viaje de terror en la América de principios del siglo XX
Nos adentramos en Severed, una obra que combina el road trip con el folk horror de manera magistral, situándonos en los Estados Unidos de 1916. Scott Snyder teje una narrativa inquietante mientras Attila Futaki dota a cada viñeta de una atmósfera opresiva y melancólica que se queda grabada en la memoria. La historia sigue a un niño que emprende un viaje en busca de su padre, topándose con un mundo lleno de peligros y seres perturbadores que desafían lo racional.
Una ambientación que se convierte en personaje
El cómic aprovecha su época para construir una sensación de desamparo, donde la tecnología es incipiente y las carreteras esconden más misterios que respuestas. Cada localización, desde las zonas rurales hasta las ciudades en desarrollo, está impregnada de un realismo sombrío que potencia la tensión. Los personajes se mueven por escenarios que parecen respirar maldad, con detalles visuales que refuerzan la psicología de la trama sin necesidad de diálogos excesivos.
El horror sutil y la maestría narrativa
Snyder evita los sustos fáciles para optar por una perturbación gradual, donde lo cotidiano se torna siniestro y las tradiciones populares esconden amenazas ancestrales. Futaki complementa esto con un estilo artístico que mezcla lo pictórico con lo grotesco, usando paletas de colores desaturados que acentúan la decadencia de la época. Juntos logran que el lector sienta la misma desorientación y miedo que el protagonista, haciendo de Severed una experiencia inmersiva y difícil de olvidar.
A veces pienso que después de leer esto, revisaré dos veces si el vendedor ambulante que me ofrece un trato es solo un vendedor o algo más siniestro, aunque vivamos en el siglo XXI y tenga aplicaciones de comida a domicilio.
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