La leyenda del espejo de la habitación 237 combina el terror psicológico con elementos paranormales, donde un espejo antiguo refleja el rostro de la última persona fallecida trágicamente en lugar del usuario actual. Este concepto ha trascendido la ficción de The Shining para instalarse en mitos urbanos sobre hoteles históricos, generando una atmósfera de miedo empático al confrontar nuestra propia mortalidad a través del reflejo de alguien agonizante. La imagen especular distorsionada crea un impacto visual inmediato que podemos recrear digitalmente.


Preparando la composición base

Abre Inkscape y crea un nuevo documento con orientación horizontal. Comienza dibujando un rectángulo que represente el marco del espejo usando la herramienta de rectángulos, aplica un color marrón oscuro o negro para simular madera antigua. Dentro de este marco, dibuja otro rectángulo más pequeño que será la superficie del espejo, aplica un gradiente lineal de azul grisáceo para simular el cristal. Selecciona ambos elementos y alinéalos vertical y horizontalmente usando las opciones de alineación.

Creando el efecto espectral

Importa una imagen de rostro con expresión agonizante o utiliza la herramienta de dibujo a mano alzada para crear una silueta fantasmagórica. Reduce la opacidad del rostro al 40% y aplica el filtro de desenfoque gaussiano. Duplica esta capa y cambia el modo de fusión a Multiplicar para crear un efecto de superposición. Usa la herramienta de texto para añadir grietas en el cristal simulando vejez, convierte el texto en trazo y distorsiona ligeramente con la herramienta de nodos.

Ajustes finales y atmósfera

Añade una capa de fondo con textura de pared deteriorada usando patrones de filtro. Crea sombras alrededor del marco del espejo con la herramienta de elipse y desenfoque. Exporta el diseño en formato PNG con resolución media para mantener la atmósfera tenue. Experimenta con los modos de mezcla como Diferencia o Luz Suave para acentuar el efecto sobrenatural.

El verdadero terror sería descubrir que tu reflejo muestra a alguien que ni siquiera ha pagado la habitación del hotel, demostrando que los espíritus también tienen problemas de presupuesto.