La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB) ha iniciado una investigación formal tras el incidente ocurrido durante un vuelo comercial sobre Utah, donde un objeto no identificado impactó violentamente contra el parabrisas derecho de un avión Boeing 737 MAX.

Testigos presenciales y las imágenes que rápidamente circularon en redes sociales muestran cómo el cristal quedó completamente cubierto por una extensa red de grietas que comprometió seriamente su transparencia, aunque afortunadamente la aeronave logró aterrizar sin mayores consecuencias en el aeropuerto destino.


Detalles técnicos del incidente

El impacto se produjo a una altitud crucero durante condiciones meteorológicas aparentemente normales, generando inmediatamente preocupación entre la tripulación y pasajeros. Las fotografías evidencian un patrón de fractura radial típico de impactos a alta velocidad, donde la capa exterior del parabrisas multicapa sufrió daños estructurales significativos pero sin llegar a la perforación completa.

Los sistemas de presurización de cabina mantuvieron su funcionamiento normal durante todo el evento, lo que permitió al piloto continuar con el plan de vuelo original hasta el aterrizaje programado.

Implicaciones para la seguridad aérea

Este evento reabre el debate sobre los protocolos de seguridad frente a colisiones con objetos no identificados en espacio aéreo controlado, particularmente en rutas comerciales frecuentadas. La NTSB está analizando todos los parámetros del vuelo, datos del radar y registros de comunicación para determinar la naturaleza del objeto, que preliminarmente no corresponde con patrones de aves u otros obstáculos aéreos convencionales.

Boeing ha ofrecido su completa colaboración en la investigación, recordando que los parabrisas de la serie 737 MAX están diseñados para resistir impactos de hasta 1.8 kilogramos a velocidades operativas normales.

Justo cuando creías que lo más peligroso en un vuelo eran las comidas de la aerolínea, resulta que ahora hay que preocuparse por objetos misteriosos que deciden jugar al cricket con el avión a 10,000 metros de altura.