Vaya, otra víctima de un chupóptero. Yo también pasé por esto cuando se me ocurrió programar algunas herramientas para ms-dos y Windows 95. De aquella la internet no era tan amplia como lo es hoy, pero los capullos los había igual, y se aprovechaban de que no había tanta comunicación como la hay hoy, para apropiarse de trabajos de otros, en este caso míos.
En programación es más difícil que esto ocurra porque el código no se suele publicar, excepto el de sistemas de código abierto. Lamentablemente en diseño gráfico digital, es mucho más complicado demostrar que un modelo es propio, y no del capullo que lo ha presentado en su nombre. Le he dado varias veces vueltas al asunto (y supongo que, otra mucha gente habrá hecho lo mismo), pero no he llegado a ninguna solución fácil, pues es sencillo crear una herramienta para desencriptar una máscara de protección, como la gota de agua o similares.
La única idea que se me ha ocurrido hasta ahora creo que da bastante buen resultado. Es medianamente difícil de detectar, aunque no impide que tus trabajos sean presentados por otros.
El tema está en emplear un encriptador de ficheros, de forma que te permita encapsular (mejor dicho, ocultar) dos o más ficheros en uno solo, como hace el camouflage y compañía. ¿Qué conseguimos? Que al usuario (y a todo quisqui que no tenga unos conocimientos decentes sobre encriptación, o en su defecto, la herramienta adecuada para detectarlo), le parezca que le estamos mostrando únicamente una imagen, pero realmente esa imagen lleva un archivo anexo encriptado, con (por ejemplo) sus datos personales, y protegido por una constraseña, que sólo el autor conoce (aunque como toda contraseña, pueda ser explotada con técnicas poco sutiles).
Inconveniente principal: no es aplicable a impresiones.
Bueno han, yo te animaría a que publicases los datos de ese personaje para que aprenda la lección, y así la gente lo tendrá pispado para siempre eternamente. Un saludo y suerte amigo.
Los sabios hablan porque tienen algo que decir, los tontos lo hacen porque tienen que decir algo.