Dicen que Bélgica huele a gofres (wafles), pero no es verdad: huele a patatas fritas (fritjes). Las ponen en casi cualquier sitio acompañando a casi cualquier plato. Y si no has tenido suficiente existen puestos de venta callejera. Llega a resultar un tanto repelente el olor, así que, si viene un belga a deciros que España huele a ajo, le plantáis uno en la boca.
También es plato nacional la cazuela de mejillones, a razón de 1 kg por ración (). Para aliviar la sed existen unos cuantos cientos de tipos o marcas de cerveza.
A los que os guste chocolate, lo tenéis para dar y tomar. Yo paso.
No me enrollo más y pongo fotografías de brujas.
Las calles empedradas.
El inevitable paseo por los canales.
Rincones chachiguais.
Los mejillones.
El hotel Flanders.
Alguna fotografía nocturna.
Otro día, más.
-- IMÁGENES ADJUNTAS --
![]()