Oculto en el antiguo testamento se halla un código que permite conocer hechos que ocurrieron miles de años después de ser escrita la biblia. Este es el sorprendente tema del libro escrito por Michael drosnin, tras dedicar años de estudio que le llevarían a confirmar la realidad de este hecho. Aún en la actualidad continúa investigando el código descubierto por el matemático eliyahu rips, y afirma que no sólo pueden ser reveladas frases relacionadas con acontecimientos ocurridos en nuestro pasado más reciente, sino que además muestra información de posibles hechos futuros. Quizás lo más inquietante del llamado código bíblico, sea su exactitud al precisar en un mismo lugar del texto, y entrelazadas, palabras que apuntan directamente a un acontecimiento único y en referencia a lugares y nombres de personajes que no dejan lugar a dudas. Esto hace de esta posible fuente profética algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, ya que, muchos estamos convencidos que la interpretación de profecías sobre situaciones del pasado suele ser propensa a la manipulación, sobre todo, cuando no hay precisión de fechas o nombres, como es evidente, por ejemplo, en las famosas centurias de Nostradamus. Más, allá de esto, renombrados matemáticos de yale, Harvard y la universidad hebrea han podido comprobar la exactitud del código, y concluir que efectivamente son señalados de manera muy precisa la llegada del hombre a la luna, los atentados contra sadat, el holocausto, la destrucción de Hiroshima o el asesinato de itzhak rabin, entre otros. Y es este último suceso el que lleva a drosnin a tener la certeza de que el código funciona, al haber hallado información referente al asesinato semanas antes de que ocurriera.
Posteriormente, pudo comprobar que incluso el nombre del asesino estaba en el mismo texto. En el pasado, el físico Isaac newton tuvo la certeza de que existía un sistema o código capaz de revelar el futuro de la humanidad con grandes detalles, y por ello dedicó la mitad de su vida a buscarlo, aunque infructuosamente. Para Michael drosnin el código de la biblia puede ser descrito como una serie de revelaciones temporizadas, es decir, solo descifrables mediante la tecnología de la época a que aluden las predicciones.
Esto apunta a la posibilidad de que exista mayor información, más completa, más precisa, que la hallada hasta ahora, pero que se necesite de una tecnología más avanzada para llegar a descifrarla. Aun así, lo conocido hasta ahora es más que suficiente para que nos plantemos nuevamente la posibilidad de que nuestro futuro esté ya determinado o de que existan medios que nos lleven a conocer lo que aún está por ocurrir, y de una forma como hasta ahora nunca fue posible: a través de las matemáticas.