He visto en el telediario un resumen del programa de ayer tengo una pregunta para usted (tve1) donde destacaban el pique que tuvo el presidente del erc. L. Carod-Rovira, con dos personas del público que le llamaron José luís y no Josep Lluís.
Lo cierto es que la política me resbala, pero la imagen que damos los catalanes al resto de España no, y sinceramente, entiendo que ese hombre quiera defender la versión catalana de su nombre, pero eso produce que el resto del país piense que todos los catalanes somos igual de espabilados.
Insisto, si ese hombre, a nivel personal, le gusta que le llamen por su nombre catalán me parece estupendo, pero da una imagen de independentista y tocapelotas que no comparto.
Mi nombre se pronuncia igual tanto en castellano como en catalán, pero si tuviera uno traducible no me importaría ir a Madrid y que me llamasen como allí correspondiera. No podemos pedirles a los inmigrantes que se adapten a nuestra cultura y costumbres cuando nosotros no lo estamos haciendo ni en nuestra propia tierra.
Cuando estuve viviendo en Galicia fui una vez a un bar y en la carta de tapas leí pan tumaca en lugar de pá amb tomáquet. Lo que hice fue troncharme de la risa en lugar de cantarle las 40 al propietario. Creo que esa es la actitud que los catalanes, vascos, gallegos o cualesquiera, tenemos que tener cuando salimos fuera de nuestra casa.