Antonio Álvarez Vélez es una extraña mezcla entre gitano y guardia civil que un día quiso dejar de llevar maletas en barajas y dedicarse a la canción. Un día le cayó en gracia a alguien (al Carmona más feo) y decidió lanzar su Carrera.
Le ponen un nombre curioso, pitingo. Un peinado molón. Le acompañan a comprarse una ropa, así como mezcla de dandy y chulo. Cuatro cosas que tiene que repetir, cuatro cosas que no puede decir en público y pitingo ya está hecho.
Queda pensar en la música. No es difícil, cogemos algunas canciones de KISS FM y las pasamos a flamenco. Da igual si Antonio canta bien o mal: es flamenco para payos, nadie se va a dar cuenta. Eso sí, hay que vestirlo de producto para cultos. El príncipe gitano cantando a Elvis es cutre, pero pitingo catando Killing Me Softly tiene que sonar a si no te gusta es que no entiendes esta música.
Bueno, ya tenemos nombre, imagen, disco, falta promoción:
1) tenemos que salir en todos los telediarios, pero que no se note que Antonio ha salido de la nada y que solo tiene un disco anterior, que hablen del conocido cantador flamenco curtido en las bases de
soul y el Gospel.
2) tenemos que salir en los programas del corazón, que es lo que más se ve. A algunos ira pitingo directamente, en otros saldrán los famosos que van al espectáculo de pitingo. Pagar a todos esos famosos cuesta una pasta, pero es importante que hablen de los amigos de pitingo. Que hablen de pitingo and friends. Que parezca que Antonio lleva sus 27 años pateándose la flor y nata de Madrid y que, si no le conocías antes es porque tu no estabas en la onda. La Obregón, Rafa Nadal, Raúl, Feliciano López, Antonio Banderas, el duque, todos tienen que pasar por el Photocall y hablar de su amigo pitingo. Cuesta pasta, pero merece la pena.
3) hay que meter el Hit de pitingo en los tonos de los móviles, si aparece en los anuncios de tonos parecerá que la gente está loca por tener el Killing Me Softly y subiremos el caché.
4) hay que llenar las tiendas con el disco de pitingo, el primero no, el último, el bueno. Así que colocamos cientos y cientos de copias de soul en las tiendas. Si se venden o no es indiferente, lo importante es que, aparezcamos en los top-10 que se miden por las ventas a las tiendas, aunque luego no se vendan a las personas. Para conseguirlo hacemos a las tiendas un ofertón que te cagas: el disco de pitingo, más posters, más merchandising a 100 euros cada 1000 unidades. Da igual que perdamos pasta, ya la recuperaremos.
5) pitingo tiene que sonar en la radio, tiene que subir en las listas y para eso solo hay una fórmula: la pasta. Pasta para comprar el número de veces que, aparece pitingo en la emisora y su posición en la lista. Es un pastón, pero es una inversión segura.
Bueno, ya está todo hecho, ahora a recuperar la pasta
1) con la venta de CD no sacamos casi nada, hoy en día compran disco cuatro pelagatos, pero no nos importa, no es ese nuestro negocio.
2) el teatro se llena todas las noches, si Antonio Banderas va a ver a pitingo, el Wanna Be Cool de turno también ira, y les comerá la oreja a sus amigos con lo bueno que es el espectáculo de pitingo, que si las bases de sol y el Gospel, que si allí estaban un montón de famosos. Mucha pasta, calculamos pagando todas las noches una media de 3000 euros a los famosos conseguimos salir en corazón de. Casi todos los días y mantener el teatro lleno.
3) los tonos del móvil. La gente no paga 20 euros por un CD de 8 canciones, pero si paga 2EUR por un trozo de canción en el móvil, así que, se saca un pico, en realidad el pico se va en regalarles la canción a los de los politonos, pero es una inversión.
4) el canon de la SGAE de cada teléfono móvil. Como se reparte en base a una encuesta de los servicios de los politoneros y nos hemos asegurado de que Antonio esté siempre en esa lista pues el pico que perdimos regalando los derechos a los politoneros nos lo embolsamos de cada móvil que se venda en España. No es mucho, pero ha merecido la pena.
5) los derechos de las radios. No solo les hemos regalado los derechos sino que además les hemos pagado para que pongan a Antonio así que, de ahí no pillamos pasta. Pero no importa, es de aquí de dónde sale la jugada maestra.
6) el canon de la SGAE de los pubs, comercios, restaurantes, radios, etc. Se reparte en base a unas encuestas que se supone que hace la SGAE para ver que música ponen en esos comercios. Como la encuesta es cara, poco fiable y complicada de hacer tiran por la calle del medio y la posición en ventas y en la radio tiene mucho peso, así que, como tenemos las ventas y tenemos la radio nos sacamos un pico. Otro tanto a nuestro favor.
5) el canon de copia privada de los soportes, discos duros, tarjetas de memoria, etc. Ahí si que sí. Los derechos por copia privada se reparten así:
1. 50% para autores administrados por SGAE.
2. 25% para artistas.
3. 25% para productores
¿Y cómo se calcula a quien se le da esa pasta? Pues así:
Para determinar el reparto se realiza una encuesta semestral que muestra cuáles son las fuentes originales (emisoras de radio, fonogramas, descargas por internet) desde las que se realizan las copias, para, posteriormente, realizar la distribución proporcionalmente a las utilizaciones que las obras hayan tenido en estas fuentes, esto es, en función del número de veces que las obras hayan aparecido en el sondeo de radios comerciales o en la programación de radio nacional de España, o en función del número de unidades liquidadas por los productores fonográficos, o de las descargas por internet, según se detalla en el reglamento general de SGAE.
Que viene a decir que se utiliza un algoritmo que lo calcula a partir de la utilización en emisoras de radio (compradas), ventas de discos (comprados) descargas por internet (no sé cómo lo estimaran, pero me.
Temo que según la posición en los 40) y demás cosas que tenemos compradas. Realmente no hemos vendido un disco, pero nos llevamos un pico tremendo por cada CD, DVD, Hd, disco flash, impresora, etc que se vende. No nos interesa vender discos, nos interesa que parezca que tenemos éxito.
Resumiendo:
Así funciona hoy en día el mundo de la música comercial. No importa vender discos, importa sacar un pellizco del canon, importa invertir en radios, politoneros, etc para que de cara al sistema de la SGAE parezca que tenemos mucho éxito.
La SGAE es esa fabulosa sociedad en la que un pequeño autor aporta por ser socio, por los conciertos que ofrece, por cada maqueta que edita, para que luego se lo lleven los grandes, los que tienen una discográfica gorda detrás. ¿Qué más da si se están bajando tu canción de internet? No vas a ver un duro porque no sales en los 40 principales, así que, mejor si se bajan tu canción, al menos puede ser que te acabes haciendo famoso o que tus conciertos se llenen.
¿Y quieren que yo mantenga esta industria y que pague mi canon alegremente porque sirve para ayudar al pequeño artista? Que les den por culo.