Mañana sale el nuevo carnet por puntos que está diseñado para recaudar y vaya al conductor. Partamos de la base de que los límites de velocidad están puestos desde los años 60 y que los coches han avanzado mucho, la seguridad también, y que accidentes siempre habrá y no por eso hay que replantear la vida bajo una óptica del miedo y la desmedida obsesión por la seguridad.
Lo último es la nueva ley que va a salir a finales de año que propone que quién vaya a más de 90 por ciudad y a más de 190 en autovía ira a la cárcel.
No me parece mal que sancionen a los que son unos burros conduciendo, por ejemplo, a los que van a 200 por autopista y haciendo el loco cuando hay muchos vehículos, a los que se saltan semáforos en un cruce con trafico, a los que conducen con 10 copas encima, a los que adelantan en línea continua, pero en ningún caso metería en la cárcel a ninguno de ellos sin que hubiera habido un accidente, no es coherente. Lo que realmente es improcedente es sancionar a la gente que va a 90km/h por la castellana o avenida similar en la que se puede físicamente circular a esa velocidad sin riesgo (y mucho menos meterla en la cárcel como dice la ley que quieren aprobar a finales de año). El carnet por puntos es una excusa para recaudar más y que perjudica gravemente a los conductores expertos y profesionales que circulan a diario. Veo muy exagerado el quitar puntos por diferentes chorradas que no ponen en peligro a nadie y que si tienes mala suerte puede acarrearte perder el carnet ya que nadie puede hacerlo todo a la perfección y siempre hay algo que por despiste o por razones de peso puedes llegar a incumplir (si no llevas puesto el cinturón, si hablas por el móvil, el no dejar una distancia de 70 con el vehículo de delante, el parar en un carril de transporte público, el ir a 60 en lugar de a 40, etc). A mi entender, me parece absurdo que te quiten 6 puntos tanto si te has bebido 4 cervezas como si te has bebido una botella entera de wiskie. La gran mayoría de conductores adultos que se ha bebido 4 cervezas o 4 vinos en una cena es consciente de ello y toma las precauciones pertinentes como extremar la precaución o disminuir la velocidad. Es injusto quitarle 6 puntos a ese conductor, y quitarle los mismos puntos al borracho que va conduciendo sin control y con 20 copas encima.
De un tiempo a esta parte me doy cuenta de que el sistema o el gobierno está puteando cada vez más al ciudadano de a pie, al trabajador que paga sus impuestos, privandole de libertades (ley antitabaco, reforma de la seguridad vial, etc), exprimiéndole con impuestos, ahogandole cada vez más con burocracias y papeleos, apabullandole con multas y penas desmesuradas por faltas insignificantes. Y en cambio, en muchas ocasiones, oimos que ciertos delincuentes violentos, o terroristas, o mangantes funcionarios, no tienen la condena que se merecen.
La justicia flojea. La gente se rige por normas, muchas veces absurdas, muchas veces descompensadas, muchas veces obsoletas, y muchas veces injustas, y en cambio cada vez se ignora más el más sabio de los sentidos, el sentido común.
A este paso en un futuro no muy lejano: un piso de 50 en el extraradio de Madrid costara 500 millones de pesetas, y la gente tendrá que compartir la hipoteca con otra gente para poder acceder a él, y esa hipoteca pasara de padres a hijos y luego a nietos. La gente se levantara a las 5 de la mañana para llegar al trabajo después de un gran atasco, trabajara 12 horas y luego tardará cuatro horas en llegar a casa y aparcar su automóvil en una plaza en la calle muy difícil de encontrar y por la que además pagara 400 euros al mes. Por fín llegara a las 11 de la noche a casa para hacinarse entre cuatro paredes de cemento 6 horas hasta la rutina del día siguiente. La televisión será de pago, el alcohol y el tabaco estará prohibido totalmente, incluso en tu hogar, y para mantener sexo con tu pareja tendrás que pedir un permiso al ayuntamiento. Si coges el coche para viajar a algún lugar de España te costaría 20 euros el litro de gasolina con lo cual si fueses a Galicia te costaría 800 euros + 200 euros de peaje. Y como seguiría habiendo accidentes de tráfico la DGT decidiría disminuir los límites de velocidad en autopista a 80 km/h y la tasa de alcoholemia a 0 (recordemos que el alcohol está prohibido). Las multas y penas aumentarían: si sobrepasas en 10 km/h la velocidad en autopista te detendrían inmediatamente en la carretera y entrarías en un campo de concentración con una condena que iría desde lo 10 a los 20 años sin posibilidad de indulto. Asimismo no podrías beber bebida con gas o tomar caramelos de menta puesto que eso podría intervenir en los reflejos a al hora de la conducción. Vaya, y se me olvidaba, cada vez que tuvieras que usar el coche tendrías que pedir una solicitud al ayuntamiento y pagar una tasa de 100 euros.
Eso sí, a los delincuentes, los violadores, los altos cargos públicos mangantes, los atracadores de chalets violentos, y demás gentuza, les sería muy fácil rehuir de la justicia y las penas, como mucho, se ceñirían a una palmada en la espalda o una sanción de 4 gominolas de fresa y un chupachups.