En un caso criminal, un sospechoso declara que dormía en su casa cuando ocurrió el delito. Los investigadores extraen los datos del acelerómetro y el giroscopio de su reloj inteligente para verificar su historia. Estos sensores registran los movimientos y la orientación de la muñeca de forma continua. Procesar estos datos permite reconstruir la actividad física del individuo durante el periodo crítico.


Los datos del sensor se convierten en una animación 3D

Los expertos usan software como MATLAB para filtrar y analizar las lecturas brutas del sensor. Luego, importan estos datos procesados a un motor como Unity o Unreal Engine. Allí, aplican la información a un avatar humano en 3D. La animación resultante muestra cómo se movió la muñeca y, por extensión, el brazo y el cuerpo del sospechoso. Se puede ver si el avatar permanece en reposo, se mueve de forma rítmica o realiza gestos bruscos.

El análisis contrasta el sueño con la actividad

Los patrones de movimiento al dormir son limitados y lentos, con cambios posturales esporádicos. En cambio, caminar genera oscilaciones regulares y predecibles en el acelerómetro. Un forcejeo produce aceleraciones bruscas, caóticas y de alta intensidad en múltiples ejes. La animación visualiza estos patrones de manera objetiva. Así, los investigadores y el jurado pueden percibir de forma intuitiva si lo que muestra el avatar se parece a dormir o a otra acción.

A veces, la mejor alarma para despertar a un sospechoso es un avatar que recrea sus movimientos con demasiada precisión.