La novela Under the Skin de Michel Faber presenta a Isserley, una mujer que conduce por las carreteras escocesas. Su rutina de recoger autoestopistas esconde una realidad macabra. Isserley es una extraterrestre que selecciona especímenes humanos para enviarlos a su planeta. Allí, los procesan como carne para consumo. La historia invierte el tropo de la invasión alienígena y usa la ciencia ficción para reflexionar sobre la industria cárnica. Explora temas como la compasión, la deshumanización y la moralidad desde una perspectiva única y perturbadora.


La narrativa funciona como una potente metáfora

Faber construye una analogía continua con la ganadería industrial. Los humanos son el ganado desde el punto de vista de los extraterrestres, llamados vodsel. La novela detalla cómo los capturan, los transportan y los preparan. Describe la lógica burocrática y la desensibilización necesaria para ejecutar este trabajo. A través de los ojos de Isserley, el lector percibe la contradicción entre su misión y su creciente empatía. La autora examina cómo un sistema puede normalizar la crueldad y reducir seres vivos a meros productos.

Un enfoque literario sobre la alienación y la compasión

Más que una historia de ciencia ficción convencional, la obra profundiza en el estado psicológico de su protagonista. Isserley sufre modificaciones corporales dolorosas para parecer humana y soporta un profundo aislamiento. Su interacción con los autoestopistas, especialmente con algunos individuos, despierta en ella dudas morales. La novela no ofrece respuestas fáciles, sino que invita al lector a cuestionar su propia posición en la cadena alimentaria y su capacidad para sentir compasión por lo diferente.

La próxima vez que veas a un autoestopista en una carretera escocesa, quizás pienses dos veces antes de parar. Aunque, si eres un vodsel bien alimentado, tal vez deberías preocuparte más por lo que hay en tu plato.