El bombardeo de anuncios y las ayudas como el Plan MOVES o el Plan Auto 2030 no son un gesto de generosidad, sino un salvavidas para los fabricantes europeos que están atrapados entre la espada y la pared. Bruselas les impone multas destructivas (la normativa CAFE) si no venden suficientes eléctricos, por lo que las marcas y los gobiernos usan el dinero de tus impuestos para subvencionar esos coches y que salgan las cuentas en los despachos de la UE. Es un movimiento puramente económico para proteger el empleo en las fábricas de Europa frente al desembarco de las marcas chinas, te incitan a comprar no por tu libertad de movimiento, sino para que la industria local no colapse bajo el peso de las propias regulaciones europeas.


Impuestos por kilómetro recorrido

Sin embargo, el engaño se descubre al mirar la letra pequeña de los próximos años, mientras te dan 7.000 euros para comprar el coche hoy, ya están diseñando el pago por uso y los impuestos por kilómetro recorrido para 2028, porque saben que cuando dejes de pagar el impuesto de la gasolina, necesitarán otra forma de sacarte el dinero. Las ayudas son la droga de entrada para que aceptes un coche totalmente monitorizado y dependiente de la red; una vez que la propiedad privada esté lo suficientemente debilitada y los precios de mantenimiento y peajes urbanos suban, el discurso cambiará de compra un eléctrico a no necesitas coche, usa nuestra app de movilidad.

Es la estrategia del cebo, te ponen la alfombra roja para que entres en el sistema, pero una vez dentro, descubrirás que la alfombra era un peaje continuo donde la libertad de ir a donde quieras ha sido sustituida por un código QR y una tarifa mensual.

Echarás de menos tu viejo coche.