Según informes recientes y fuentes del sector, la franquicia Call of Duty planea regresar a las consolas de Nintendo. Este movimiento terminaría un periodo de exclusividad que duró más de diez años con otros fabricantes de hardware. La noticia genera expectativa, ya que marca un cambio significativo en la estrategia de distribución de una de las series más populares.


El contexto del posible acuerdo

Las negociaciones entre las compañías involucradas avanzan, aunque no se confirman detalles oficiales. Analistas señalan que este acercamiento responde a un mercado en evolución, donde expandir la base de jugadores se vuelve prioritario. La última entrega principal de la saga en una plataforma de Nintendo se lanzó en la era de Wii.

Implicaciones para el ecosistema de videojuegos

Si se confirma, este regreso afectaría la competencia entre plataformas. Ofrecería a los usuarios de Switch, o su sucesor, acceso a una franquicia clave que estuvo ausente. También refleja cómo las alianzas entre estudios y fabricantes de consolas se vuelven más flexibles para alcanzar a más público.

Algunos fans ya especulan sobre cómo adaptarían los intensos gráficos y el ritmo de juego a una consola híbrida, imaginando modos multijugador portátiles que quizá no requieran la misma precisión visual.