Investigadores descubren una estrategia inesperada para organizar el material genético en la bacteria gigante Thiovulum imperiosus. Mediante técnicas avanzadas de microscopía 3D, el equipo observa que esta especie no concentra su ADN en una región central, como es habitual. En su lugar, comprime y distribuye el genoma en múltiples compartimentos que se sitúan cerca de la membrana celular. Este hallazgo desafía la comprensión tradicional sobre cómo las bacterias estructuran su interior.


La microscopía 3D revela una arquitectura celular única

El estudio emplea microscopía electrónica de barrido de alta resolución y tomografía para visualizar la estructura interna de la bacteria con gran detalle. Las imágenes tridimensionales muestran claramente cómo las bolsas que contienen el ADN se disponen en la periferia de la célula. Esta organización podría relacionarse con el gran tamaño de Thiovulum, que es miles de veces mayor en volumen que una bacteria típica. Los científicos proponen que este diseño facilita procesos celulares esenciales al acercar el material genético a la maquinaria de la membrana.

Implicaciones para entender la evolución celular

Este mecanismo para empaquetar el ADN representa un caso de evolución convergente, donde se desarrolla una solución similar a la de organismos más complejos de forma independiente. En células eucariotas, el núcleo también separa el material genético, pero con una membrana propia. En Thiovulum, sin una membrana nuclear, la distribución periférica del genoma podría optimizar cómo la célula lee sus genes y responde al ambiente. El hallazgo sugiere que la organización del ADN en bacterias puede ser más diversa de lo que se pensaba.

Parece que incluso en el mundo microbiano, a veces es mejor no poner todos los huevos, o en este caso todos los genes, en la misma cesta central.