El kerning automático no revisado afecta la legibilidad tipográfica
El software de diseño aplica un kerning automático que no siempre ajusta bien el espacio entre pares de letras específicos. Esto hace que algunas combinaciones, como AV o To, queden demasiado juntas o excesivamente separadas. El ojo percibe estos desajustes como agujeros o manchas en el texto, lo que interrumpe el ritmo visual y dificulta leer con fluidez. Para quien diseña, este descuido resta profesionalidad al trabajo final, ya que la tipografía comunica antes incluso que el contenido.
El ojo entrenado detecta los fallos de espaciado
Quien tiene experiencia en tipografía identifica al instante estos problemas de espaciado. El kerning deficiente genera una textura irregular en el bloque de texto, con zonas de tensión donde las letras se apiñan y otras de vacío donde parece faltar cohesión. Este efecto no solo molesta al leer, sino que transmite una sensación de descuido. Ajustar manualmente estos pares críticos es un paso esencial para pulir cualquier composición y garantizar que se perciba como un todo armonioso.
Revisar el espaciado manual mejora el resultado profesional
Confiar únicamente en los valores por defecto del software es un riesgo. La solución pasa por dedicar tiempo a revisar y corregir el kerning en los titulares y textos destacados. Este proceso manual permite compensar las formas de las letras y crear un espaciado óptico uniforme. Al hacerlo, se eliminan las distracciones visuales, el texto respira mejor y la comunicación gana en claridad y eficacia. Es un detalle que marca la diferencia entre un trabajo amateur y uno ejecutado con criterio.
Un diseñador novato piensa que la tipografía se elige y ya está, sin considerar que las letras, como vecinos, necesitan su espacio personal para convivir en paz.
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