La Liga de los Hombres Extraordinarios reúne personajes literarios
En la Inglaterra victoriana de 1898, el agente Campion Bond recluta a varios individuos con habilidades singulares para formar una fuerza operativa secreta. Esta liga inicial incluye a Mina Murray, Allan Quatermain, el Capitán Nemo, el Dr. Henry Jekyll y el Hombre Invisible. Su primera misión, asignada por el gobierno británico, les exige investigar y detener una serie de robos de avanzada tecnología que podrían alterar el equilibrio de poder mundial. El grupo debe aprender a colaborar mientras se enfrenta a una amenaza que parece orquestar el misterioso profesor Moriarty.
El arte de Kevin O'Neill define el tono visual
El dibujo de Kevin O'Neill se caracteriza por un trazo anguloso y una estética deliberadamente grotesca. Su estilo, denso en detalles y referencias visuales, representa la sordidez y la complejidad de la época. Cada viñeta está saturada de elementos que rinden homenaje a otras obras literarias de finales del siglo XIX y principios del XX. Este enfoque visual contrasta con la narrativa estructurada de Alan Moore, creando una atmósfera única que mezcla grandeza y decadencia.
La narrativa expande un universo literario compartido
Alan Moore construye la historia utilizando personajes que pertenecen al dominio público de la literatura de la época. La trama funciona como una intrincada pieza de metaficción, donde los protagonistas interactúan dentro de un mundo que también incluye elementos de novelas de H.G. Wells, Arthur Conan Doyle y Sax Rohmer. La serie evoluciona a lo largo de varios volúmenes, abarcando diferentes períodos históricos y géneros, desde la invasión marciana hasta una distopía del siglo XX.
La liga demuestra que incluso los héroes más extraordinarios pueden tener problemas para compartir un submarino, especialmente cuando uno es invisible y otro se transforma en un monstruo gigante.
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