La extracción directa de litio, o DLE por sus siglas en inglés, es un conjunto de métodos que permiten obtener litio de salmueras geotérmicas de forma más rápida y con un menor impacto ambiental. A diferencia de los métodos tradicionales que dependen de grandes estanques de evaporación, el DLE usa procesos químicos y de filtración para separar el litio directamente de la salmuera. Esto reduce el tiempo de producción de meses o años a solo días u horas, y disminuye de manera significativa el uso de agua y la huella de tierra.


Los métodos químicos y de adsorción son clave

Entre las técnicas más comunes se encuentran la adsorción mediante materiales selectivos, el intercambio iónico y el uso de membranas de nanofiltración o electrodiálisis. Estos sistemas funcionan capturando los iones de litio de la salmuera mientras dejan pasar otros elementos como el sodio, el potasio o el magnesio. El litio luego se libera en un concentrado puro, listo para procesar y convertir en carbonato o hidróxido de litio, que son las formas que demanda la industria.

Las ventajas ambientales y económicas son claras

Este enfoque es más ecológico porque no requiere evaporar grandes volúmenes de agua, un recurso crítico en las zonas áridas donde suelen estar los salares. Además, al ser un proceso continuo y controlado en planta, se logra una mayor eficiencia y un producto de mayor pureza desde el inicio. Esto no solo acelera la cadena de suministro para baterías, sino que también hace que extraer litio de fuentes geotérmicas o petroleras, antes consideradas marginales, sea viable.

Parece que finalmente la industria minera encontró una forma de extraer litio sin tener que esperar a que el sol haga todo el trabajo, aunque seguro a algún ingeniero se le ocurra usar evaporación solar para calentar el café en la planta DLE.