La Euroliga de baloncesto decide que el próximo partido entre el FC Barcelona y el Maccabi Tel Aviv se dispute sin público en las gradas. Esta medida responde a las recomendaciones de las autoridades de seguridad locales, que evalúan el contexto actual. El encuentro, correspondiente a la jornada 18 de la fase regular, mantiene su horario en el Palau Blaugrana pero solo podrán seguirlo desde dentro los equipos, el cuerpo técnico, los árbitros y el personal acreditado esencial.


La decisión prioriza la seguridad del evento

La organización del torneo comunica que actúa siguiendo los protocolos establecidos y en coordinación con los clubes afectados. El objetivo es garantizar que el partido se desarrolle con normalidad, minimizando cualquier riesgo potencial. Esta no es la primera vez que un choque de estas características se celebra bajo estas condiciones, ya que la competición tiene planes para gestionar situaciones excepcionales.

El impacto se limita al ámbito local

La medida no altera el calendario televisivo, por lo que los aficionados podrán ver el duelo a través de las plataformas de retransmisión oficiales. Para el club catalán, supone perder el apoyo directo de su cantera en un partido clave de la temporada. El Maccabi, por su parte, se enfrenta a una gira complicada lejos de su feudo, aunque ahora en un escenario inusualmente silencioso.

Al menos los jugadores no tendrán que preocuparse por silbar al árbitro, el silencio será absoluto y cualquier protesta sonará como un eco en una catedral vacía.