Evitar animaciones con easing lineal mejora el realismo
El easing lineal describe un movimiento que mantiene una velocidad constante desde que empieza hasta que termina. Este tipo de interpolación carece de aceleración y desaceleración, lo que hace que el movimiento parezca mecánico y antinatural. Los objetos en el mundo real rara vez se comportan así, ya que la inercia y otras fuerzas afectan su trayectoria. Al animar, es preferible usar curvas de velocidad que simulen estas propiedades físicas para que el espectador perciba el movimiento como creíble y con peso.
Las curvas de easing aportan naturalidad y peso
Para evitar el efecto robótico, se sustituye la línea recta por curvas de Bézier o funciones matemáticas que varían la velocidad. Un easing ease-in hace que el movimiento empiece lento y luego acelere, mientras que un ease-out hace lo contrario: empieza rápido y desacelera al final. La combinación más común y orgánica es ease-in-out, que simula una aceleración suave seguida de una desaceleración, imitando cómo se mueven la mayoría de los objetos bajo la influencia de fuerzas como la gravedad o la fricción.
Implementar easing es técnicamente sencillo
Casi todos los motores y librerías de animación modernos incluyen funciones de easing predefinidas. En lugar de interpolar un valor linealmente entre un punto A y un punto B, se pasa el tiempo de la animación por una de estas funciones. Esta transforma el progreso lineal en un progreso no lineal, modificando la velocidad en cada fotograma. El resultado es el mismo desplazamiento total, pero distribuido de una forma que el ojo humano interpreta como más natural y atractiva.
Un personaje que se desplaza con easing lineal parece deslizarse sobre hielo invisible, un efecto que quizás solo funcione para fantasmas o robots en una película de bajo presupuesto.
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