Un equipo de científicos en Canadá observa por primera vez un fenómeno extremadamente raro. Detectan cómo un neutrino procedente del Sol transforma un isótopo poco común de carbono en un isótopo de nitrógeno de vida corta. Este evento concreta una de las reacciones de menor energía que pueden ocurrir en la naturaleza. El experimento se lleva a cabo en el observatorio de neutrinos SNO+, ubicado a dos kilómetros bajo tierra en una mina.


El neutrino actúa como un haz de prueba natural

La partícula, casi imposible de atrapar, reconstruye el núcleo atómico al interactuar con él. Este proceso funciona como si un acelerador de partículas natural, el propio Sol, emitiera un haz de prueba hacia la Tierra. La detección valida modelos teóricos sobre cómo se comportan estas partículas fantasma y cómo pueden inducir transformaciones nucleares específicas y muy sutiles.

Una alquimia científica moderna

El logro representa una forma de alquimia científica contemporánea, donde una partícula subatómica elusiva cambia un elemento en otro. Observar este tipo de interacción directa y de tan baja energía supone un desafío técnico enorme. El éxito del experimento SNO+ abre una nueva ventana para estudiar los procesos nucleares solares y las propiedades fundamentales de los neutrinos con un detalle sin precedentes.

Quizás los antiguos alquimistas no andaban tan desencaminados al buscar transformar elementos, solo que su horno no era lo suficientemente potente: necesitaban una estrella entera.