El videojuego Marvel Cosmic Invasion llega con el respaldo de un estudio que ya demostró su talento para el género beat 'em up con su trabajo en las Tortugas Ninja. Esto generaba una confianza inicial en su calidad técnica y jugable. Sin embargo, tras probarlo, se percibe que al proyecto le falta algo para brillar por completo. No se trata de un título deficiente, pero sí de una experiencia que no logra expandirse más allá de lo que ya conocíamos.


El combate funciona pero se vuelve repetitivo

El sistema de lucha es sólido y responde bien, con movimientos impactantes y habilidades que reflejan el poder de los héroes de Marvel. Los desarrolladores saben cómo hacer que golpear enemigos se sienta satisfactorio. El problema surge cuando la jugabilidad no evoluciona lo suficiente. Los escenarios y los tipos de adversarios no cambian de forma sustancial, lo que hace que la acción pierda frescura tras unas horas. Se echa en falta más variedad en los objetivos y en la forma de plantear los desafíos.

El universo cósmico no se explota en profundidad

La premisa de una invasión a escala galáctica prometía escenarios espectaculares y enemigos memorables. Aunque el apartado visual es correcto, la sensación de épicas y escala no termina de materializarse. La narrativa avanza de forma lineal sin ofrecer momentos que realmente sorprendan o que exploren las posibilidades únicas de este sector del universo Marvel. La historia cumple su función, pero no deja una huella perdurable ni aprovecha todo el potencial de sus personajes y localizaciones.

A veces parece que los héroes están más preocupados por limpiar oleadas interminables de minions genéricos que por vivir una auténtica aventura cósmica. La amenaza no se siente tan grande cuando se reduce a repetir los mismos patrones de sala tras sala.