La impresión 3D permite crear soportes que se adaptan a las necesidades específicas de cada usuario. Estos soportes sostienen teléfonos, tablets o portátiles en el ángulo exacto que se requiere para videollamadas o para ver contenido. La principal ventaja reside en personalizar cada elemento, integrando funciones que los soportes comerciales no suelen ofrecer. El usuario define las dimensiones, la inclinación y los accesorios que necesita.


Integrar funciones mejora la experiencia de uso

Es posible diseñar el soporte con un canal para guiar el cable de carga, manteniendo el dispositivo conectado mientras se usa. También se puede incluir un hueco específico para guardar un stylus o un lápiz digital, evitando que se pierda. Otra opción común es incorporar un amplificador de sonido pasivo, una estructura que redirige el audio del altavoz frontal hacia el usuario. Esto aumenta el volumen y clarifica el sonido sin usar batería o electrónica.

El proceso para crear un soporte empieza con un modelo 3D

Primero, se modela el soporte en un software de diseño asistido por ordenador, teniendo en cuenta las medidas del dispositivo y las funciones extra. Luego, se exporta el archivo en un formato que la impresora 3D pueda procesar, como STL o OBJ. Después, se corta el modelo en capas con un software especializado, generando las instrucciones para la impresora. Finalmente, la máquina construye el objeto capa por capa, usando materiales como PLA o PETG, que ofrecen resistencia y un acabado limpio.

El verdadero lujo no es tener el dispositivo más caro, sino poder diseñar un soporte que no deje caer el teléfono justo cuando empieza tu serie favorita.