El director Carl Rinsch, conocido por su trabajo en Conan the Barbarian, es el centro de una demanda por fraude presentada por Netflix. La plataforma de streaming alega que Rinsch malversó millones de dólares de un fondo destinado a producir una serie de ciencia ficción llamada Conquest. Según los documentos judiciales, Netflix desembolsó más de 55 millones de dólares para financiar el proyecto, pero la producción nunca se completó.


Los fondos se destinaron a gastos personales

La demanda detalla que, en lugar de usar el dinero para filmar, Rinsch transfirió grandes sumas a sus cuentas personales. Los fondos se emplearon para comprar autos de lujo, ropa de diseñador, muebles costosos y activos de criptomonedas. Netflix afirma que el director no entregó el material prometido y que las pocas escenas filmadas no cumplen con los estándares profesionales. La empresa busca recuperar el dinero invertido y obtener daños por incumplimiento de contrato.

El proyecto Conquest queda en el limbo

La serie Conquest se anunció como una producción ambiciosa con un alto presupuesto. Sin embargo, el proceso se detuvo por disputas creativas y financieras. Netflix intentó recuperar el control del proyecto, pero las negociaciones fracasaron. Este caso subraya los riesgos que asumen los estudios al financiar proyectos con creativos que tienen un historial de conflictos. El futuro de la serie es ahora incierto y depende del resultado legal.

Parece que la única conquista que logró Rinsch fue la de su propia cuenta bancaria, dejando a Netflix con un guion de demanda en lugar de uno de ciencia ficción.