En las costas de la Columbia Británica, Canadá, se observa una interacción inusual entre dos especies marinas. Las orcas y los delfines de lados blancos del Pacífico coordinan sus esfuerzos para perseguir y capturar salmón. Este comportamiento, documentado por investigadores, muestra cómo estos cetáceos forman alianzas temporales durante la temporada de pesca.


Una estrategia de caza coordinada

Los científicos grabaron más de quinientos encuentros donde estos grupos mixtos cooperan. Las orcas, más grandes y potentes, a menudo inician la cacería acorralando a los bancos de peces. Los delfines, más ágiles y rápidos, aprovechan para interceptar a los salmones que intentan escapar. Esta táctica parece beneficiar a ambas partes, ya que aumenta la eficiencia para conseguir alimento en un entorno competitivo.

El contexto de una relación compleja

Normalmente, las orcas se alimentan de mamíferos marinos y pueden cazar delfines en otras regiones. Sin embargo, en esta zona concreta, donde el salmón es abundante, la relación cambia a una colaboración oportunista. Los expertos señalan que esta dinámica podría responder a cambios en la disponibilidad de presas o a tradiciones sociales aprendidas que se transmiten entre generaciones de cetáceos.

Así que, mientras algunos delfines deben vigilar a las orcas como depredadores, otros las ven como compañeros de trabajo en un banquete de salmón. La vida marina tiene sus propios contratos de colaboración, y al parecer, el menú del día define los términos.