Insomniac Games desarrolla Marvel's Wolverine con su motor propio, una evolución del que usa Marvel's Spider-Man 2. Este motor procesa gráficos que buscan un realismo crudo y visceral. Sus sistemas ya demostraron que pueden manejar animaciones fluidas y modelar personajes con un alto nivel de detalle. Además, integra un sistema de renderizado que permite usar ray tracing para reflejos y reduce los tiempos de carga de forma casi imperceptible. El estudio enfoca estos recursos técnicos en dos aspectos clave para el personaje: representar el daño dinámico que sufre y visualizar cómo se regenera su cuerpo.


El sistema gráfico prioriza el realismo visceral

El apartado visual se basa en la potencia del motor para crear una experiencia intensa. El modelado de Wolverine es hiper-detallado, mostrando cada músculo, vello y arruga con precisión. Las animaciones conectan los movimientos de forma natural, desde correr hasta desatar sus ataques característicos. El uso de ray tracing añade profundidad a las escenas con reflejos realistas en superficies húmedas o metálicas. Todo esto sirve para sustentar la mecánica central del juego, donde el jugador ve cómo el cuerpo del personaje se marca, corta y cicatriza en tiempo real durante el combate.

La tecnología se enfoca en el daño y la regeneración

El motor implementa un sistema de daño dinámico que registra cada golpe y herida en el modelo del personaje. Las cicatrices y cortes aparecen de forma progresiva durante las peleas y permanecen visibles por un tiempo. Luego, el sistema simula el proceso de regeneración, haciendo que los tejidos se cierren y las heridas desaparezcan de manera gradual. Este proceso no es solo visual, ya que el motor lo sincroniza con la jugabilidad para reflejar el estado del personaje. La tecnología de streaming del mundo permite que estos cambios ocurran sin interrumpir la acción con pantallas de carga.

El verdadero desafío no es programar las garras, sino animar cómo se limpia la sangre de ellas entre combate y combate.