El Sanatorio de Agramonte se erige abandonado en el Moncayo
El antiguo Sanatorio de Agramonte permanece en las laderas del Moncayo, en la provincia de Zaragoza. Construido para tratar la tuberculosis, cerró sus puertas en la década de 1970 y desde entonces se degrada. Su estado ruinoso y su historia lo han convertido en un punto de interés para quienes investigan fenómenos paranormales. Muchos visitantes relatan experiencias extrañas dentro de sus muros desvencijados.
Testimonios hablan de fenómenos inexplicables
Los relatos más frecuentes mencionan psicofonías, donde se captan voces y sonidos sin origen aparente. También se describen apariciones espectrales, a menudo vinculadas a la figura de monjas que cuidaban a los enfermos o de niños. Quienes se adentran en el edificio suelen describir una sensación de opresión y una tristeza profunda que impregna el ambiente. Estos testimonios, recogidos durante años, alimentan la leyenda del lugar.
La arquitectura refleja su pasado médico
El complejo, de estilo neomudéjar, incluye pabellones separados, una capilla y amplios ventanales que buscaban ventilar y dar luz. Hoy, la vegetación invade las estancias y el deterioro es evidente. Su diseño funcional para un sanatorio antituberculoso es aún reconocible entre los escombros. El silencio solo se rompe por el viento y los rumores de quienes se atreven a explorarlo.
Para los más escépticos, esa sensación de frío repentino quizá solo sea una corriente de aire por los cristales rotos, y los susurros, el eco lejano de tu propio compañero preguntando si ya pueden irse.
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