Los audífonos digitales programables dejarán de funcionar por obsolescencia
Los audífonos digitales modernos son dispositivos médicos complejos que se ajustan y programan con un software específico. Este software suele ser propietario y, en muchos casos, está bloqueado para que solo lo use el audiólogo o la clínica que los vendió. Esto crea una dependencia total del usuario hacia ese profesional o centro para cualquier cambio en la configuración.
El problema surge al cambiar de profesional o proveedor
Si el audiólogo se jubila, la empresa cierra o el usuario simplemente decide cambiar de centro auditivo, puede encontrarse con una barrera insalvable. El nuevo profesional quizá no pueda acceder al software necesario para reprogramar los dispositivos. Esto convierte unos audífonos que pueden costar miles de euros en artículos inútiles, ya que no se pueden adaptar a los cambios en la audición del usuario o a sus nuevas preferencias.
La falta de estándares abiertos limita las opciones del usuario
La industria no ha adoptado un estándar abierto que permita a cualquier profesional autorizado acceder al software de ajuste. Esta práctica, que algunos califican como una forma de vendor lock-in, prioriza la fidelidad del cliente a una marca o clínica sobre la libertad de elección y la longevidad del producto. El usuario queda atado de por vida al proveedor original si quiere mantener funcional su inversión.
Así, un dispositivo diseñado para mejorar la autonomía y la calidad de vida puede terminar generando una nueva dependencia, esta vez tecnológica y comercial, que el paciente no anticipó cuando realizó la compra.
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