La GPU BR100, desarrollada por la empresa china Biren Technology, es una unidad de procesamiento gráfico de propósito general diseñada para entrenar modelos de inteligencia artificial. Este hardware se posiciona como una alternativa nacional a las soluciones de NVIDIA y AMD, buscando reducir la dependencia tecnológica externa en un sector estratégico. Su arquitectura se centra en ofrecer un alto rendimiento en cargas de trabajo de aprendizaje profundo, especialmente para modelos de lenguaje grande y visión por computadora.


La arquitectura emplea chiplets para escalar el rendimiento

Un aspecto técnico distintivo del BR100 es su diseño basado en chiplets, donde varios núcleos de procesamiento más pequeños se interconectan dentro de un mismo paquete. Este enfoque permite a los ingenieros escalar el rendimiento y mejorar la eficiencia en la fabricación. La GPU está optimizada para ejecutar operaciones de tensor y cálculos de precisión mixta, que son fundamentales para acelerar los algoritmos de IA. Integra una gran cantidad de núcleos de cómputo y memoria de alto ancho de banda para manejar los enormes conjuntos de datos que requieren estos modelos.

El contexto geopolítico impulsa su desarrollo

El lanzamiento del BR100 ocurre en un momento donde China busca alcanzar la autosuficiencia en semiconductores de alto rendimiento. Las restricciones a la exportación de tecnologías avanzadas han acelerado los esfuerzos internos para crear hardware competitivo. Aunque las especificaciones exactas y los benchmarks independientes son limitados, su existencia demuestra la capacidad de la industria china para diseñar GPUs complejas. Su éxito comercial dependerá de la disponibilidad, el soporte de software y su integración en los ecosistemas existentes de centros de datos.

Parece que en la carrera por la supremacía en IA, ahora hay más competidores dispuestos a jugar a las escondidas con las sanciones comerciales.