Las cajas de suscripción mensual, también llamadas cajas sorpresa, prometen enviar cada mes una selección de productos exclusivos y novedosos. Afirman que el valor de los artículos supera lo que pagas. Sin embargo, la realidad que encuentran muchos usuarios dista de esta promesa. A menudo, las empresas que operan estos servicios rellenan las cajas con productos de bajo coste o con muestras gratuitas que las marcas distribuyen. También es frecuente que incluyan stock de temporadas anteriores que no lograron vender y buscan liquidar. Esto genera decepción, ya que el consumidor espera recibir novedades y artículos de valor, no remanentes o muestras.


El proceso para cancelar la suscripción suele ser complicado

Además del contenido que puede defraudar, otro problema habitual reside en cancelar el servicio. Muchas compañías diseñan el proceso de baja para que sea deliberadamente engorroso. Pueden ocultar la opción en su página web, requerir que el usuario llame por teléfono o imponer plazos de preaviso poco claros. Esto hace que las personas continúen pagando incluso cuando ya no desean recibir más cajas. La dificultad para dar de baja la suscripción se convierte en una barrera más que protege los ingresos recurrentes de la empresa, a menudo en detrimento del cliente.

Cómo identificar y evitar estas prácticas

Para evitar estas situaciones, es crucial leer las condiciones del servicio con atención antes de suscribirse. Busca reseñas de otros usuarios que detallen su experiencia real con el contenido de las cajas y el proceso de cancelación. Presta especial atención a los términos que explican cómo dar de baja el pago recurrente. Una empresa transparente facilita esta opción de forma clara y accesible desde la cuenta del usuario. Si la promesa parece demasiado buena para ser cierta, probablemente lo sea.

Recuerda que la sorpresa mensual puede ser descubrir que pagaste por muestras que otros reciben gratis. La única novedad es la factura que llega a tu cuenta.