Desarrolla una isla fantástica con un estilo tribal y un ecosistema dinámico que crece y evoluciona de forma visual. El jugador construye aldeas, cultiva tierras y restaura el entorno natural para que prospere. El mundo responde a las acciones del jugador, con flora y fauna que interactúan entre sí de manera orgánica, creando un paisaje vivo que cambia constantemente.


El motor Unreal Engine potencia su simulación visual

El juego emplea Unreal Engine para procesar sus complejos sistemas de simulación. Estos sistemas gestionan cómo crecen las plantas, cómo se mueven las criaturas y cómo los elementos del mundo interactúan bajo reglas físicas. La construcción de estructuras también se basa en estas físicas, lo que aporta una sensación de peso y coherencia al mundo. El resultado es un entorno visualmente llamativo donde cada cambio tiene un impacto visible y directo.

El ecosistema se percibe como un personaje más

Más allá de la simple decoración, la red de vida en Towers of Aghasba funciona como un sistema central. Introducir o retirar una especie afecta a la cadena alimentaria y al equilibrio del bioma. El jugador no solo edifica edificios, sino que gestiona y observa cómo este ecosistema reacciona, florece o decae. Esta capa de simulación añade profundidad a la experiencia de construcción, transformando la jugabilidad en un ciclo de observación e intervención.

Así que, si siempre quisiste ser un dios tribal pero con la responsabilidad ecológica de un guardabosques, este es tu simulador.