La leyenda del monstruo del Monasterio de Veruela
La leyenda local del Monasterio de Veruela, inmortalizada por Gustavo Adolfo Bécquer, habla de una criatura monstruosa que acecha en los bosques cercanos. Este ser, descrito como un lobo gigante o una entidad demoníaca, se acerca a los muros del antiguo monasterio en noches de tormenta. Sus aullidos aterradores resuenan entonces entre la piedra y la maleza, sembrando el temor entre quienes escuchan.
Bécquer recoge y perpetúa el relato
El escritor romántico Gustavo Adolfo Bécquer visitó el monasterio y se hospedó en sus celdas. Allí escuchó los relatos de los monjes y habitantes de la zona, que hablaban de la bestia. Bécquer integró esta leyenda en sus Cartas desde mi celda, un conjunto de escritos que redactó durante su estancia. De este modo, el autor no solo recopiló una tradición oral, sino que la fijó para la posteridad, fusionando el misterio literario con el folclore aragonés.
La descripción de la criatura y su entorno
Los testimonios describen a la criatura como un ser de gran tamaño, con rasgos lupinos pero de una fiereza sobrenatural. Acecha específicamente en los bosques del Moncayo, la montaña que domina el valle donde se alza el monasterio cisterciense. La aparición del monstruo se vincula casi siempre a fenómenos atmosféricos violentos, como tormentas o noches de luna llena, cuando el viento silba entre las ruinas. Este contexto natural agrega una capa de dramatismo y verosimilitud al relato popular.
Dicen que, si visitas Veruela de noche, más vale que lleves un paraguas resistente. No tanto por la lluvia, sino por si acaso necesitas espantar algo más grande y peludo que un mapache.
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