La tecnología Kaleido 3 representa la evolución más reciente en pantallas de tinta electrónica a color. Este sistema superpone una matriz de filtros de color RGB sobre un sustrato de tinta electrónica monocromática tradicional. Al controlar qué partículas de tinta se mueven bajo cada filtro, la pantalla puede mostrar una paleta de miles de colores. Su principal ventaja es que mantiene el consumo de energía extremadamente bajo, ya que solo requiere energía para cambiar la imagen, no para mantenerla estática. Esto permite que los dispositivos con esta tecnología, como e-readers avanzados o carteles de información, muestren contenido en color sin sacrificar la autonomía de la batería durante días o semanas.


Cómo funciona la capa de color

El panel base es una pantalla de tinta electrónica en escala de grises de alta resolución. Encima se coloca una capa con una rejilla de filtros rojos, verdes y azules. Cada grupo de estos tres filtros forma un píxel de color. La luz ambiental se refleja a través de estos filtros, que actúan como un mosaico, mezclándose para crear diferentes tonalidades. La tecnología mejora la saturación y el contraste respecto a generaciones anteriores, aunque el resultado visual se asemeja más a una impresión en papel que a la luminosidad de una pantalla LCD o OLED. El refresco de la imagen sigue siendo más lento que en pantallas convencionales, un rasgo inherente a la tecnología de tinta electrónica.

Aplicaciones prácticas y limitaciones

Su uso principal se encuentra en lectores de libros electrónicos de última generación, donde el color enriquece la experiencia al leer cómics, revistas, libros infantiles o manuales con gráficos. También se emplea en señalización digital estática en interiores, como mostradores de información o etiquetas de precios electrónicas, donde la legibilidad a la luz del sol y el bajo mantenimiento son cruciales. La tecnología no está diseñada para reproducir video con fluidez o para competir en gama de colores con pantallas emisivas. Su valor reside en ofrecer color en contextos donde la fatiga visual, el consumo de energía y la lectura prolongada son factores prioritarios.

Aunque ver una fotografía a todo color en una de estas pantallas puede recordarte a esos álbumes de cromos que coleccionabas de niño, con colores un poco apagados pero llenos de encanto analógico.