El misil de crucero 3M22 Zircon, que la OTAN llama SS-N-33, representa un tipo de arma hipersónica. Se diseña para que los buques de guerra rusos lo lancen, principalmente desde los sistemas de lanzamiento vertical universal UKSK. Este misil vuela a velocidades que superan Mach 8, lo que le permite cubrir grandes distancias en un tiempo muy corto y complica que las defensas enemigas lo intercepten. Su cuerpo tiene forma cilíndrica, con una nariz afilada, y mide entre ocho y diez metros de largo.


Características físicas y modo de empleo

Las dimensiones estimadas del Zircon sitúan su diámetro entre 0.6 y 0.8 metros. Estas medidas le permiten integrarse en los lanzadores navales que ya usan otros misiles rusos, como el Kalibr o el Oniks. Se transporta y lanza desde estos contenedores, lo que facilita su despliegue en diversas clases de fragatas, corbetas y submarinos. Después de lanzarlo, el misil asciende a gran altitud y luego desciende para volar a ras de mar, usando un motor scramjet que le permite mantener velocidades hipersónicas durante gran parte de su trayectoria.

Capacidad de combate y ojiva

El Zircon puede llevar una ojiva convencional que pesa entre 300 y 400 kilogramos. Algunos informes sugieren que también existe la opción de equiparlo con una ojiva nuclear, aunque Rusia no confirma oficialmente este dato. Su velocidad extrema y su trayectoria impredecible, que puede incluir maniobras evasivas, buscan superar los sistemas de defensa antimisiles actuales. Esto otorga a la marina rusa una herramienta para atacar objetivos de alto valor, como portaaviones o instalaciones costeras, con muy poco tiempo de advertencia para el defensor.

Un misil que vuela tan rápido que probablemente llega a su destino antes de que el sistema de alarma termine de sonar.